No a un paro en el IPN.
En los últimos días ha causado una gran controversia la publicación de la circular No. 3/2016 donde se informa de la adscripción del IPN a la Subsecretaría de Educación Superior (SES); y hemos observado cómo la comunidad ha reaccionado inmediatamente y se han comenzado a discutir diversas acciones, mientras que diversos medios (oficiales y no oficiales) se han dedicado a mal informar a la comunidad y sólo han generado confusión.
Cabe aclarar que el peligro de un paro es inminente y, aunque sea un método de lucha, ¿Por qué no resulta la mejor opción en estos momentos?
Es importante mencionar que con éste artículo no se pretende desmovilizar al estudiantado y mucho menos hablar mal de los paros y demás formas de protesta por simples caprichos personales de carácter sumamente egoísta como lo son: "es que tengo movilidad", "yo no quiero porque yo estoy bien, que se jodan los demás", "a mí me vale, yo sólo vengo por mi título", o peor aún, los que le echan la culpa de su irresponsabilidad académica al paro: "es que yo reprobé por culpa del paro", etc, sino que al contrario: buscan generar una organización mucho más consciente que sustente todas sus acciones con información verídica y comprobable para no perder credibilidad y tener un mayor alcance.
Así pues, saltan a la vista diversas peculiaridades que se tienen en estos momentos con respecto al movimiento de 2014, y de ellas emanan ciertas preguntas como ¿Por qué si en 2014 las autoridades aprobaron el reglamento que atentaba contra la comunidad en la madrugada e hizo lo posible por ocultarlo, hoy publican esta nueva circular en todos lados, difunden y aguardan sigilosos? ¿Por qué en 2014 cuando la comunidad empezaba a tratar de organizarse inmediatamente salió la entonces directora Yoloxóchitl Bustamante a descalificarnos diciendo que éramos "alborotadores externos" al IPN y hoy Fernández Fassnacht no ha dicho nada? Todo ello resulta curioso y da la impresión de que esta vez son las mismas autoridades del IPN (posiblemente ayudadas por el Gobierno Federal a través de la SEP) quienes buscan crear un ambiente de desestabilización dentro de nuestro querido Instituto, y la pregunta es ¿Por qué? Da la pequeña gran casualidad de que justo en estas fechas se están realizando los trabajos rumbo a la conformación de la COCNP (Comisión Organizadora del Congreso Nacional Politécnico), misma que se encargará de organizar la máxima conquista del movimiento de 2014 que es el Congreso Nacional Politécnico, y que aún hoy es una utopía, pero que es posible alcanzar. Resulta extraño que de la noche a la mañana se mande una circular que alborota a toda la comunidad y, a diferencia de 2014, no se hagan diversos intentos por parte de las autoridades para evitar que se organicen, sino que al contrario, se les deja plena libertad de hacerlo. Todo ello pareciera encaminado a generar esta desestabilización para desviar nuestra atención del CNP y hacernos gastar energías, fuerzas y organización en otras cosas que no tienen mayor relevancia, para que de esta manera el CNP quede en el olvido o sea creado en beneficio de los intereses de las autoridades.
Entonces, ¿qué debemos hacer? Lo primero es informarse, pues actualmente existen aún muchas dudas sobre cómo nos afecta esta dichosa adscripción; pero lo que si es verdad es que seguimos exactamente igual ¿cambió algo? Hasta el momento no, sin embargo tenemos que tomar en cuenta que nuestra Ley Orgánica nos respalda, donde se aprecia claramente que este "acuerdo" de adscripción se contrapone al artículo 2 de la Ley Orgánica que dice "El Instituto Politécnico Nacional es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública, cuya orientación general corresponde al Estado(...)", puesto que ahí no se menciona ninguna Subsecretaría de Educación Superior ni la palabra "adscripción". Si bien pueden existir diversas dudas sobre términos legaloides, hay que entender que no hay ente más poderoso dentro del IPN que la Ley Orgánica, y a menos que ésta sea modificada (lo cual únicamente puede hacer el Congreso de la Unión mediante una iniciativa de reforma que Fernández Fassnacht puede presentar cuando guste), no hay gran cosa de que preocuparse.
¿Qué nos queda hacer? Asistir a las asambleas, discutir, analizar y ser críticos con la información que se maneja, no caer en el vicio de los rumores y mantener siempre la cabeza fría para estar alertas ante cualquier cosa que las autoridades quieran hacer en contra nuestra; para que de ésta manera no se tomen acciones a la ligera y se impacte de la mejor manera posible, para que si se decide un paro, una huelga de hambre, una marcha o un plantón, sea basado en hechos y no en suposiciones.
De esta manera volvemos al inicio ¿Por qué un paro no resulta la mejor opción en estos momentos? Porque simple y sencillamente no hay los motivos suficientes para tomar una acción de tal magnitud y en definitiva hay que guardar fuerzas para lo que pueda venirse, porque créanlo o no, el gobierno buscará atentar contra el IPN de maneras muchísimo más maquiavélicas que un simple acuerducho de adscripción.