La ausente
Para ella, la que cada vez más ajena parece.
La Ausente
A la suerte de la noche escribo,
bajo las notas marcadas,
profundas, pausadas.
Pausas de Chopin que al olvido claman
pero hoy olvidar no puedo ni quiero
recordarte por siempre espero
mis versos promesa son de hacerlo.
Y es que hoy sin ti estoy,
cómo te explico
que por ti suplico
La música y mi letra
la realidad explicar intentan.
Bien mi realidad eres tú,
pero para ti que soy?
soy nada?, ser vacío para ti soy
Vacío ahora he quedado
pues felicidad a otros has dado
No bastando tu rechazo
de tristeza cubres mi alma
pues incierta te vuelves
en otra te conviertes.
Ya no eres la misma
vulgar a mi vista pareces
y pronto desapareces
Celoso estoy porque a otros perteneces,
en aquellos vagabundos te fijaste que
sin camino ni destino andaban.
Por qué de mi te olvidas,
en el exilio me abandonas.
De mi ignorancia, mi incongruencia
por qué no me perdonas?
A otra ahora me recuerdas
pero tu sin excusa te encuentras
pues a tu perfección te enfrentas
de la otra ya nada quiero
pero de ti todo espero
Si hablar y jurar tu pudieras
dijeras por lo que más quisieras
que si ahora ausente
mañana presente,
que juntos terminaremos,
y pronto nos elevaremos.
No permitas que los ignorantes se eleven
Dime que aquellos vulgares no te poseen
ni nunca te poseyeron, ni nunca lo harán.
pues de ser así ya no me interesas.
A la interpretación de cualquiera te prestas,
subjetiva, así ya no eres bella,
menos nihilista como Nietzsche te acusa,
preferible como Platón te busca.
Desmiente a los que de tenerte presumen
y entrégate a mí que nunca de ti alardeo
que siempre por ti peleo
No me culpes de arruinarlo,
mis versos pretenden curarlo.
Verdad, no me rechaces.
Verdad, dónde te encuentras.
Verdad, me duele tu ausencia .