Problemas en el paraíso.
En días recientes ha causado revuelo y mucha indignación en redes sociales la devastación del manglar Tajamar, en Cancún, devastación que no sólo incluyó a la flora del lugar, sino que el ecocidio incluyó el asesinato de animales de una de las maneras más crueles: fueron enterrados vivos diferentes ejemplares de cocodrilos, iguanas, ardillas, etc. También cabe recalcar que esta acción sucedió durante la madrugada y fué custodiada por policías Federales y Estatales, es decir, la autoridad no sólo dió el permiso, sino que facilitó y ayudó a que esto sucediera. Pero ¿el caso del manglar Tajamar es el problema más grave de Cancún? Naturalmente no lo es, y de hecho es sólo la punta del iceberg en cuanto a problemas ecológicos se refiere, mismos que son ocasionados por la sed asesina de empresarios que buscan crear más y más desarrollos turísticos a como dé lugar, y cuya sed es saciada por la complacencia de las autoridades.
Podríamos enumerar una larga lsta de casos similares (como el Dragon Mart), y es que, mientras sigamos inmersos en este modelo económico, el medio ambiente seguirá estando en peligro. Pero, lejos de enumerar los casos similares, es preciso entender la complejidad del problema y darnos cuenta de las implicaciones que éste tiene.
Sabemos que Cancún, y en general la Riviera Maya, cuenta con una riqueza natural increíblemente bella y diversa, misma que la hace objeto de miles de visitantes cada año no sólo de México, sino del mundo. Aquí me gustaría tomar una pequeña pausa para explicar este punto, y que precisamente es el hecho de que la mayoría de los turistas son extranjeros; no es malo que venga gente de otros países, porque de antemano sabemos que el turismo es de "gran ayuda" para la economía, la cuestión es que el hecho de que no tantos mexicanos puedan vacacionar ahí, nos indica lo mal que estamos económicamente y el problema de fondo que es, más que nada, que las bellezas naturales estén en manos de los capitalistas -en su mayoría extranjeros- y que por consiguiente hasta ir a echarse un clavado te lo cobren. Es lamentable que incluso los habitantes de dichas regiones se vean privados de disfrutar de las maravillas naturales que están, literalmente, a la vuelta de la esquina. Claros ejemplos de todo ello son parques ecoturísticos como Xcaret, Xel-Ha, Jungla Maya, etc, que son parques propiedad de capitalistas extranjeros, quienes al privatizar la naturaleza lucran de manera inimaginable... esto nos lleva claramente a preguntas como ¿No se supone que por ley todos los recursos naturales son de los mexicanos? y más inquietante, ¿Cómo le hacen y quién les dió permiso de venir a adueñarse de nuestras playas y nuestros cenotes? La Constitución no importa, siempre hay artilugios legaloides que ayudan a violarla... ya sean "permisos especiales de cambio de uso de suelo", "concesiones para desarrollos turísticos" y mil y un permisos otorgados por las autoridades ambientales y de turismo para legitimar y darle legalidad al despojo, la privatización y el ecocidio.
Gran parte de la justificación que se tiene por parte de las autoridades es, por un lado, la promesa de que el desarrollo turístico "genera empleos y ayuda a la economía, pues cada año hay una derrama económica de sepadioscuantos millones de pesos", pero la realidad es que los "empleos" que se generan no son más que de obreros turísticos de las grandes cadenas hoteleras; recamareras, recepcionistas, vigilantes, albañiles, etc, son la clase de empleos que se generan con el famoso desarrollo turístico. Además, en todos estos lugares que se puso de moda el ecoturismo so pretexto del desarrollo sostenible, no se hace más que seguir empobreciendo a la población, pues se les condena a vender su fuerza de trabajo únicamente como empleados de dichos parques, así pues, se les despoja de lo que por derecho les pertenece y se les obliga a trabajar ahí mismo generando riquezas únicamente para los propietarios, facilitando de esta manera el enriquecimiento de unos cuantos a costa de muchos, la explotación del hombre por el hombre. Así llegamos a otra pregunta ¿está mal entonces el ecoturismo? Por supuesto que no, lo que está mal es que sea privado, que en tu propio país de te venda en dólares la entrada a cenotes, playas y demás (¿Dónde quedó el libre tránsito?). Es deber del Estado administrar esos recursos e impulsar parques ecoturísticos que realmente contribuyan a mejorar la economía de los habitantes de la región, dando capacitación y apoyos en general para que las personas exploten de manera sustentable los recursos, de forma que no se les despoje y que al mismo tiempo generen productividad (porque lo que más le importa al gobierno es que haya dinero ¿no?).
Muchos otros justifican también la privatización cuando se dice "es que la propia gente contamina, no cuidan sus recursos, etc, al menos en manos de empresarios si se conserva el medio ambiente", pero una vez más el deber del Estado es educar y conscientizar a la población, porque con las privatizaciones a grandes desarrollos ecoturísticos, lo único que se hace es, además de seguir dejando ignorante a la gente respecto al medio ambiente, despojar.
Entendemos así, que el problema de la ambición capitalista está acabando con nuestros recursos y amenazando toda forma de vida sobre el planeta, eso aunado a la impunidad galopante que impera en todos los niveles gubernamentales. No nos queda más que organizarnos y seguir protegiendo lo poco que nos queda. Así pues, hago un enorme reconocimiento a los pobladores de Cancún que se han movilizado para exigir rendición de cuentas ante la devastación del manglar Tajamar, y que hoy lograron la orden de un Juez para la suspensión temporal de los trabajos en la zona; además, los pongo como ejemplo para todos aquellos que no crean en el poder de la organización social.
Finalmente, -y esperando no ser tachado de rojillo- debemos entender que jamás va a existir el desarrollo sostenible mientras sigamos inmersos en este sistema económico, y que, conforme el capitalista quiera acumular más capital, los ecosistemas seguirán viéndose amenazados, pues mientras el capitalista no entienda (y no lo hará) que no se come ni se respira dinero, seguirán habiendo problemas en el paraíso.
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